En este mundo diverso, donde cada pensamiento, creencia y camino es único, recordemos que, en esencia, somos una sola familia humana. Aunque nuestras mentes piensen distinto y nuestros corazones laten al ritmo de culturas diferentes, compartimos un mismo sueño: vivir en paz, con salud plena y amor entre hermanos.
Aceptemos con respeto las diferencias que nos enriquecen, pues son hilos que tejen el gran tapiz de la humanidad. No permitamos que las divergencias nos dividan; al contrario, que nos inspiren a dialogar, aprender y crecer juntos. En la diversidad está nuestra fuerza, y en la unidad, nuestro poder para sanar.
Que el amor sea nuestro lenguaje común, la compasión nuestra acción diaria y la paz nuestro destino compartido. Cuidemos de nosotros mismos y de los demás, porque la salud del cuerpo y del alma comienza cuando elegimos entendernos antes que juzgarnos.
Aunque los desafíos nos prueben, mantengamos viva la esperanza, somos capaces de construir un mundo donde nadie se sienta excluido, donde cada voz importe y donde el abrazo fraternal trascienda fronteras. Porque al final, bajo el mismo cielo, todos somos hijos de un mismo origen.
¡Que la luz de la comprensión guíe nuestros pasos, y el amor una nuestros corazones!
Con gratitud y esperanza,
«Un hermano en humanidad»
Konuko
Colectivo Resistencia y Rebelión.
Frente Nacional de Colectivos Revolucionarios Sergio Rodríguez
