
Lleno de energía y fuerza, celebré junto a la FANB los 50 años desde que nuestro Comandante Supremo, Hugo Chávez, tomó el camino de las armas con ese glorioso uniforme. Fue un día especial que brilla en la capital de la República, cuna de los libertadores y las libertadoras de América.

En esta graduación solemne, donde tú, joven militar, asumes este juramento y el compromiso de desarrollar una carrera militar impecable, deben sentirse fortalecidos e inspirados en el hacer, decir y pensar de uno de los Cadetes, Oficiales y líderes más grandes después de los Libertadores: nuestro Comandante Hugo Chávez.

Y ahora, el camino continúa. Vamos con empeño de acero, con la moral al más alto nivel que jamás se haya conocido y con una inteligencia suprema, lo cual es una ecuación perfecta para un verdadero líder militar. De esa historia de vida resucitó precisamente el proyecto y el ideal de Bolívar.

Fue un acto hermoso en un día esplendoroso. Agradezco a la juventud militar y a la reserva activa su compromiso, entrega y disposición con la Patria Bolivariana.

