El número de víctimas mortales por el devastador terremoto en Turquía y Siria sigue en aumento y deja hasta el momento cerca de 4.000 personas fallecidas en ambos países.
Aunque los equipos de rescate continúan con los trabajos de búsqueda para encontrar más sobrevivientes, la Organización Mundial de la Salud estima que hasta 20.000 personas pueden haber muerto en terremoto.


En primera instancia, la Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció el despliegue de su personal en la zona. «Nuestros equipos están en el terreno para evaluar las necesidades y dar asistencia», dijo Antonio Guterres, secretario general de la ONU.


Asimismo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, afirmó que la agencia estaba «dispuesta a ayudar a proporcionar ayuda urgente a los supervivientes a través de nuestros equipos sobre el terreno».

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó a través de su cuenta de Twitter que ordenó a su equipo brindar «toda la asistencia necesaria».
Por su parte, la Unión Europea (UE) envió equipos de socorristas a Turquía. Países de América Latina como México, Venezuela y Colombia también ofrecieron su ayuda para atender la emergencia. La Organización Mundial de la Salud estima que hasta 20.000 personas pueden haber muerto en el movimiento sísmico.


