
Estados Unidos y Colombia pusieron fin a última hora de este domingo a la tensión diplomática generada en la jornada por las amanezas mutuas de ambos presidentes de entablar una guerra comercial.
El origen de todo había sido la negativa del presidente Gustavo Petro a recibir dos aviones militares con colombianos deportados desde Estados Unidos.
«El gobierno de Colombia ha acordado todas las condiciones del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los inmigrantes ilegales de Colombia retornados desde Estados Unidos, incluidos los que lleguen en aviones militares, sin limitaciones ni dilación», expresó en un comunicado la Casa Blanca.
Menos tajante en la respuesta fue el gobierno de Colombia.

